"La vida es una aventura, arriésgate"

lunes, 6 de febrero de 2012

“MAMITIS”


Antes de cambiar el turno y empezar a trabajar por la mañana, pensaba que como mi hijo me vería todas las tardes el fin de semana no tendría la necesidad de pasarse el día pegado a mí…craso error.
Los fines de semana no sólo sigue igual sino que me atrevería a asegurar que peor que antes, por las mañanas no hay día que me pueda quedar un ratito más en la cama ya que una vez él se ha despertado se mete en mi cama y me pregunta cada 3 min “nos levantamos ya mama”, a lo que respondo cada una de las veces “levántate tú  que el papa  está en el comedor y te pone los dibujos”, “no mama contigo” y así podemos pasarnos 15 minutos hasta que desesperada me levanto de la cama.
Y así empezamos el día y la frase que más se repite en mi casa es “tú no, la mama” en cada una de las actividades del día, ayudarlo a vestirse, salir a la calle, empujar el carro de la compra, hacer la comida (en este caso es, que la haga el papa y tú te quedas jugando conmigo), viendo los dibujos, a la hora de la comida/cena, el baño, el pijama, leer un cuento…
Pau ya es un niño absorbente por definición (constatado por su profesora) pero yo empiezo a estar un poco saturada y creo que debo empezar a reclamar mi espacio. No se trata solo de mi salud mental, es que no sé hasta qué punto es bueno para su desarrollo que esté tan apegado a mí.
Supongo que son etapas y que en breve me estaré quejando de que me ignora y echaré de menos los días en los que yo era el centro de su mundo, en fin, así es la vida.  

lunes, 30 de enero de 2012

Aburrida




Año nuevo, vida nueva. Desde el 1 de enero ya tengo mi ansiado cambio de horario, eso sí con cambio de funciones y salario. Por mi vida personal estoy encantada, estoy todas las tardes con mi niño y aunque es agotador es lo que él necesita en estos momentos.
Otro punto diferente es mi vida profesional, no se trata únicamente de que mi sueldo se ha reducido sustancialmente si no de que ahora me aburro en el trabajo.
Soy una persona que necesita tener un trabajo que conlleve múltiples tareas y además que supongan un estrés moderado (después me quejo de que mi hijo no para ni un minuto) y ahora no lo tengo. Siempre he necesitado sentir  que me gusta mi trabajo y que no se me haga una montaña levantarme cada mañana y pasar ocho horas en una empresa y ahora me aburro y me da una pereza indescriptible empezar cada nueva jornada laboral.
Sabía que renunciar a mi puesto por un horario sería duro pero es lo que yo he escogido y es que ver la sonrisa de mi hijo cada día cuando baja del autocar no tiene precio y al final eso es lo que importa.