Como no, todos los canales infantiles ya están repletos de anuncios de juguetes y Pau se pasa el día pidiendo que le compremos eso y lo otro...respuesta "si te portas bien haremos la carta a los Reyes y ellos te traerán juguetes" ergo hasta nosotros mismos ya estamos con el chip navideño.
Es curioso pero me paso semanas organizando cosas para esos días que si la cena de Navidad de la empresa, que si el lote, la paga extra, donde comemos/cenamos, lista de regalos, decoración de la casa (he de reconocer que esto último es solo desde que nació Pau porque es una cosa que no me gusta y me da mucha pereza), que si un par de semanas antes hay que darle de comer al tió, en fin la multitud de cosas que van asociadas a las fechas pero el día 24 siempre me asalta el mismo pensamiento "pero si esta noche ya es Nochebuena".
Pese a haber estudiado en un colegio de monjas y tener una madre religiosa practicante, con los años me ha entrado una alergia espantosa a todo lo que suene a religión o iglesia por lo que la Navidad para mí no es más que una época llena de comilonas, despilfarro y obligaciones de estar aquí y allá todos los días. Creo que los "sentimientos" de solidaridad del que muchos hacen gala esos días deberían darse todos los días del año, vamos que como véis la Navidad no me gusta demasiado. La única cosa que ahora me ayuda a sobrellevarlas es la cara de ilusión de mi hijo que para mí no tiene precio.
Así que, Feliz Navidad a tod@s!
