"La vida es una aventura, arriésgate"

sábado, 4 de septiembre de 2010

Las mujeres de mi vida I

La gran mayoría de mis recuerdos de infancia y juventud, están marcados por las mujeres que forman parte de mi familia.


En los últimos años, esto ha cambiado ya que en mi casa solo hay hombres a parte de mí.

Mi familia es un gran matriarcado, no sé si por elección o porque los hombres que formaban parte de ella por la parte política han sido en la mayoría de los casos una decepción y por la parte sanguínea han preferido dedicarse a su vida.

La primera gran matriarca fue mi abuela, ella era el núcleo de su familia, por ella todos dejaban a un lado temas personales y se reunían juntos. Desafortunadamente mi abuela se marcho hace muchos años, todavía me sigo acordando de ella y con la gran certeza de que si ella siguiera aquí nuestras vidas hubieran tomado un rumbo muy diferente en muchos de nosotros. Aun y así ella es una de las mujeres de mi vida.

Mi madre recogió el testigo, aunque en este punto la mayoría de los hombres salieron de nuestras vidas. De vez en cuando y con mucha añoranza recuerdo aquellos días en casa de mi madre con mi hermana, mi tía y nuestra “tita” en los que comíamos juntas y después repasábamos el mundo.

¿Qué decir de mi madre?, pues como la mayoría de las madres se ha preocupado por mí desde antes de nacer, ha luchado y se ha sacrificado por nosotros toda la vida renunciando a muchas cosas. Hemos vivido momentos muy difíciles, pero pese a todo no puedo pedirle mas, ya que ha hecho todo cuanto ella ha podido.

Mi hermana es otra de las mujeres de mi vida, una vez pasadas las peleas por los juguetes primero y por la ropa después, creo que nos hemos convertido en grandes amigas. Después de todo lo vivido se ha convertido en una gran mujer y me ha dado a esas dos princesas a las que adoro.

Por ultimo pero no por ello menos importante, mi tía. He vivido junto a ella momentos muy complicados, hemos hablado muchísimo, siempre que he necesitado un gran consejo ha estado a la altura. Ahora que las circunstancias de la vida no nos permiten estar tan unidas como antes, la echo mucho de menos pero sé que siempre estará ahí para lo que la necesite.

Estas son ellas, muy diferentes en sus caracteres pero con un denominador común...son unas luchadoras.

jueves, 26 de agosto de 2010

Aires revueltos

En estas últimas semanas o más bien meses, tenía la percepción de que la gente que me rodeaba tanto en el trabajo como en mi vida privada, estaban viviendo muchos cambios.


Algunos buenos, otros no, y aquellos que aunque a priori no nos gustan pero que sin ellos no es posible avanzar a algo mejor. No obstante, siempre que hay cambios en nuestras vidas tendemos a mostrarnos reticentes a ellos a preguntarnos que nos traerán y a acogernos a aquello de “más vale malo conocido que bueno por conocer”.

Ahora ese tiempo de cambio parece que me toca a mí o quizás no, aún no lo sé, pero lo que tengo muy claro es que generalmente es mucho peor la espera, que después vivir con los cambios que te han llegado.

Sea como sea, intentaré vivir la espera sin obsesionarme demasiado, convencida de la cabeza a los pies de que aquello que acontezca, tanto si me gusta más o menos será lo mejor para mí, sin duda...